1. Variada. Acostumbra a tu hijo o hija cuanto antes a que coma de todo y a degustar
los sabores de distintos alimentos.
2. Sana. Escoge los alimentos con menos grasa, con poca sal, abundantes vegetales
(verduras, frutas, legumbres y cereales integrales), y en cantidades acordes a su apetito
y a sus necesidades.
3. Equilibrada. Es imprescindible que conozcas el menú del colegio, para complementarlo
con el desayuno, el almuerzo, la merienda y la cena, y hacer así una alimentación
equilibrada.
4. Nutritiva. Ofrécele alimentos de todos los grupos (frutas, verduras, carnes, pescados,
cereales, legumbres...), para que puedan elegir los que más le gusten.
5. Apetecible. Sí cocinas los alimentos de diferentes
maneras, y presentas los platos en la mesa de forma atractiva, tienes
muchas garantías de que la comida le resulte más apetecible.
6. Divertida. Hazles partícipes de la compra, la elaboración de comidas, la preparación
de la mesa, etc. Esto puede ser una oportunidad para que aprendan buenos hábitos y disfruten
de la comida.
7. Sorprendente. Enséñales todo lo que sabes sobre los alimentos: para qué sirven, qué
funciones desarrollan en el cuerpo, cuánto necesita el cuerpo de cada alimento...
8. Ordenada. Disfrutad en familia del momento de la comida o de la cena, en un ambiente
relajado y tranquilo, siguiendo un orden a la hora de comer: primer plato, segundo plato
y postre.
9. Consistente. Asegúrate de que el niño o niña hace al menos tres comidas consistentes
al día: desayuno, comida y cena. Y que tome merienda a media mañana y a la tarde.
10. Educativa. Es esencial que la educación de hábitos alimentarios saludables se lleve a cabo
tanto en casa como en la escuela.